Como un buen escritor que eres o que deseas ser debes procurar escoger perfectamente todos los detalles de tu libro, desde el título, hasta la editorial que lo vaya a publicar. Uno de los aspectos que es de gran importancia a la hora de escribir (novelas, cuentos, obras…) es el tipo de narrativa que se emplea para contar una historia, este hecho (usado correctamente) garantiza parte del éxito de un libro.
Si eres un escritor novel y no le habías prestado mucha atención a este detalle o tienes ciertas dudas de cuál es la mejor narrativa que se adaptaría a esa gran idea que quieres escribir, aquí en Esstudio Ediciones te explicamos los tipos de narradores que hay y su funcionalidad en la literatura.
Los tipos de narradores se dividen de acuerdo al punto de vista que desempeñen en la historia, existen tres grupos: narración en tercera persona, segunda y primera persona.
La figura del narrador en tercera persona es la que mayormente se conoce, es la más usada hasta la actualidad. Desde niño solíamos escuchar historia o cuentos en el que alguien narraba todo lo que acontecía en un reino. Crecimos con frases como “había una vez en un lejano pueblo”; “una malvada bruja se le apareció a la dulce princesa” y más en las que comúnmente había una tercera persona que conocía lo que pasaba en el cuento.
Entre los a narradores en tercera persona se identifican otros tipos como:
El narrador omnisciente:
Es aquel que conoce todos los detalles de la obra, sin embargo, este no forma parte de los personajes. Tiene la capacidad de estar en todas partes y saber lo que sucede en cualquier escenario, conoce a los personajes lo que piensan, sienten y dice cada uno de ellos.
Este personaje trata de ser objetivo en su narración, de exponer las actuaciones de los personajes y los acontecimientos que se van desarrollando a medida que avanza la historia, no solo comenta lo superficial sino que usa un tono persuasivo que exponga hasta los pensamientos más íntimos de los personajes de manera que no quede nada oculto para el lector.
La narración es su totalidad le pertenece a él, siendo el único que conoce todos los detalles del pasado, presente y futuro, este atributo lo posiciona como un Dios que todo lo ve y todo lo conoce.
Aunque usando este tipo de narración la historia pareciese formar una separación entre ella y el lector e incluso puede que se vea como poco creíble, es la que mayormente se usa y a la que la mayoría de los lectores están acostumbrados.
Narrador equisciente:
Se identifica con un personaje determinado de la obra, solo conoce lo que sabe el protagonista y no controla los sentimientos ni pensamientos de los demás personajes. La narración es tal cual como se vive sin necesidad de saber más de forma impersonal. Este tipo de narradores puede ser más cercano a los lectores porque visualiza la historia a través de recursos reales para interpretar la realidad.
Relata sus experiencias como personaje central de la historia. Para que tenga conocimiento de algo es necesario que lo experimente con sus propios sentidos, o que otro personaje se lo cuente.
Narrador testigo
Es el que cuenta lo que ve pero no participa de la historia, no se refiere a sí mismo, ni deja claro su identidad. Este es un testigo presencial de la historia y la cuenta tal como la percibe. Dentro de este tipo de narrador se pueden distinguir dos tipos:
Es el tipo de narrador menos usado en el ámbito literario, en especial porque es una forma más difícil de narrar una historia y puede tender a mezclas erróneas en el estilo narrativo.
Busca una complicidad entre el lector y él a través de la narración de su propia historia. Usa paradigmas de segunda persona como, tú, te, a ti, ustedes, etc… Algunas características de este tipo de narrador son: que puede desdoblar su personalidad y hablar consigo mismo como si lo hiciera con otro; está redactado en presente, el lector es el protagonista, es muy descriptivo y busca que el lector intuya lo que va a suceder, etc.
Este tipo de narrador también se le conoce como narrador interno porque la información que aporta está basada en su propia visión de los hechos. Forma parte del elenco de personajes en la historia, actúa, juzga y da su opinión sobre los que sucede y de los demás personajes. Se conocen dos tipos de narradores en primera persona: el narrador protagonista y el testigo.
Narrador protagonista
Aunque se trate de una fantasía del autor, cuenta una historia autobiográfica, transmite una mayor cercanía entre el lector y el libro, haciéndole más fácil conectarse con el personaje central y sentirá más intensamente las emociones. La voz narrativa debe ser única y muy persuasiva para que funcione, debe resaltar.
Narrador Testigo
Al igual que en la tercera persona, narra desde su perspectiva de espectador, no es el protagonista de la historia, solo es un personaje secundario en ella.
Existe otro caso particular en el que se mezclan los tipos de narradores, es conocido como el enfoque narrativo múltiple es cuando dos o más personajes se refieren a los mismos hechos, pero desde distintos puntos de vista, usando cada uno un tipo de narración.
Estos son los tipos de narradores que podrías usar para escribir tu libro, debes elegir el que te haga sentir más cómodo porque de esta forma lo que escribas será más natural y tendrá mejor receptividad en la audiencia.
¿Ya sabes cuál es el que mejor se adapta a tu obra? Sigue leyendo más consejos para escribir un libro en nuestro blog de Esstudio Ediciones.
