Un caso casi casual (y otros dos adrede)

Julio A. Sáez, nací a mediados del siglo xx, con lo que cansa eso en una centuria tan convulsa y dinámica. Pronto descubrí el alfabeto y sus inmensas posibilidades combinatorias que, a veces resultaban palabras inteligibles. También, que las que estaban sobradas de consonantes podían pertenecer a idiomas exóticos, tales como el polaco o el noruego. Al tiempo encontré vocablos que tenían la misma terminación: Había descubierto la poesía, que se empeñó en acompañarme para siempre, y aún lo hace. Tras laaargos años dedicado a coleccionar pesetas, con escaso éxito, regresé a la literatura con el resultado, hasta la fecha, de la publicación de catorce libros de género compartido entre poesía, cuento y novela. Y en ello sigo. pindilio@live.com